La Adicción al Trabajo o “Workaholism” es un término acuñado por el ministro y psicólogo Wayne Oates en 1971 y se refiere a la compulsión o necesidad incontrolable de trabajar incesantemente.
Un área de debate gira en torno de si la adicción al trabajo es un fenómeno positivo o negativo. Algunos argumentan que la adicción al trabajo tiene que ver con altos niveles de Eutrés – estrés positivo- la satisfacción con el trabajo y el alto desempeño y que los adictos al trabajo deben servir como modelos a seguir para otros. Otros argumentan que la adicción al trabajo conduce a resultados positivos en el corto plazo -satisfacción, desempeño-, pero negativos en el largo plazo -peor salud, problemas en las relaciones interpersonales. Los adictos al trabajo han sido descritos como “personas que trabajan duro” que disfrutan enormemente su trabajo y obtienen buenos resultados.
Respecto de las características de personalidad, comúnmente las personas adictas al trabajo suelen ser lo que se conoce como personalidades tipo A, orientadas al logro, neuróticas, pero sobre todo perfeccionistas. Aunque no existe evidencia suficiente, se habla también de personas narcisistas. Este tipo de personalidades, si bien logran los resultados, nunca o raras veces se encuentran satisfechas con lo que logran, además de que se ha encontrado una relación entre éstas y un riesgo mayor de sufrir ESTRES así como enfermedades cardiovasculares.
ADICCION VERSUS COMPROMISO CON EL TRABAJO
Si una persona verdaderamente ama su trabajo, puede decirse que se trata de una persona comprometida con éste y no adicta al trabajo. Aunque la diferencia pudiera ser sutil y difícil de medir, la persona comprometida experimenta “un estado positivo relacionado con el trabajo caracterizado por una sensación de vigor, dedicación y absorción”.
Una diferencia clave entre ellos es la motivación que subyace a su conducta: la persona comprometida encuentra el trabajo intrínsecamente placentero, mientras que la persona adicta al trabajo siente la compulsión de trabajar más por pensar que debería hacerlo. En un estudio se encontró también que las personas adictas al trabajo tendían a experimentar de manera discreta ansiedad, enojo, y desilusión tanto en trabajo como en casa, mientras que las personas comprometidas con el trabajo experimentaban jovialidad, atención y confianza en sí mismos en estos ámbitos.
Mientras que las personas adictas al trabajo obtienen resultados negativos – mayor estrés relacionado con el trabajo, menor satisfacción, menor balance de vida y conflictos con la pareja, entre otros -, las personas comprometidas con el trabajo experimentan en mayor grado emociones positivas con lo que cual enriquecen tanto su trabajo como su vida familiar.
Ser adicto al trabajo va mas allá de pasar muchas horas trabajando, sino que implica una serie de ideas y preocupaciones en torno al deber profesional que puede afectar la salud y calidad de vida. Aquí encontrarás una lista que podría serte de utilidad para saber si eres adicto al trabajo:
- Te sientes “obligado” a trabajar, debido a la presión que ejercen tus superiores y pares, pero sobre todo, debido a tu propio nivel de exigencia personal.
- Piensas todo el tiempo o la mayor parte de él en el trabajo aún cuando no estés trabajando.
- Te cuesta trabajo desconectarte los fines de semana y vacaciones y revisas con frecuencia tus mensajes, aún sin que nadie te lo pida.
- Tienes dificultades para dormir, ya sea porque te quedas trabajando hasta pasada la medianoche, o porque te despiertas durante la madrugada pensando en tus pendientes de la oficina.
- Consideras aberrante el decir “No” aún cuando te encuentres saturado de trabajo, porque piensas que esto demerita tu calidad profesional; te resulta también difícil delegar.
- Trabajas los fines de semana porque “tienes mucho trabajo”, lo cual con frecuencia suele acarrearte discusiones con tu pareja.
- Piensas frecuentemente que solamente las personas que trabajan duro son las que logran sus objetivos, y aunque no te guste lo que haces, te impulsa más el “deber ser”.
- Comes normalmente en tu lugar de trabajo, aunque ya sientas fastidio de pedir el mismo sandwich todos los días. A veces, prefieres no comer.
- Tu ritmo de trabajo te ha provocado ya algún inconveniente de salud, al cual no le das mucha importancia.
- Amigos? Quien los necesita? Reunirte con ellos es una pérdida de tiempo!
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Adaptado de Workaholism: It’s not just long hours on the job
Excelente artículo para tomarlo en cuenta y sobretodo ponerlo en práctica.