10 secretos de los grandes líderes para manejar el estrés

A medida que se asciende en la pirámide organizacional, los retos y las demandas son cada vez mayores, de ahí que sean quienes ocupan las posiciones directivas, quienes a menudo registren los mayores niveles de estrés. Aunque un famoso estudio hecho en Inglaterra demostró que eran los niveles directivos quienes mejor lo manejaban, la realidad es que los líderes son al igual que quienes les reportan, seres humanos, que a menudo se ven también en situaciones que sobrepasan sus capacidades, y que en ocasiones recurren a alternativas poco saludables para mantenerse al frente del barco.

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Una de las principales tareas de los líderes es la de tener que tomar decisiones que afectarán el futuro de la organización y de muchas personas. Tomar decisiones puede ser uno de los estresores más importantes, la cual se verá influenciada tanto por las capacidades cognitivas como emocionales de los líderes. En lo que se refiere a las capacidades cognitivas, éstas se ven a su vez afectadas por factores como el ambiente, la edad y el género y otros como la actividad física, la nutrición y el sueño. De ahí que el estilo de vida sea tan importante para mantener estas capacidades en un nivel óptimo y poder tomar buenas decisiones.

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Por otro lado, los líderes que utilizan la información emocional en el proceso de toma de decisiones, tienen mayores probabilidades de tomar decisiones acertadas. Pero utilizar acertadamente la información emocional no es sólo dejarse llevar por la intuición, sino saber manejar las propias emociones en forma adecuada. El llamado Cerebro Emocional actúa con frecuencia mucho más rápido que la parte racional, por lo que se requiere de una buena coordinación entre ambos. La amígdala, juega un rol muy importante en la toma de decisiones.

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Qué hacen los líderes más exitosos para lidiar con el estrés y ejercer mejor su función? Aquí algunas de ellas:

Reconocen cuando es demasiado. Su autoconocimiento les permite saber cuando las demandas y el nivel de estrés los han sobrepasado y hacen ajustes necesarios. Saben cuando su cuerpo y su mente empieza a dar signos de estrés y no les preocupa tomar un descanso o bajar el nivel de intensidad si es necesario.

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Se ejercitan con regularidad. Los líderes más exitosos reconocen y dedican los primeros momentos de la mañana a ejercitarse, lo cual les permite no solo mantenerse en buena forma física, sino también agudizar sus sentidos, pensar con más claridad y como se mencionó arriba, tomar decisiones acertadas.

Cuidan su alimentación. Aunque a menudo, tienen compromisos sociales y con frecuencia estos se llevan a cabo durante las horas de comida, buscan el equilibrio en su alimentación y con razón: muchas de sus contrapartes sufren a consecuencia de los excesos y el estrés, hipertensión, enfermedades metabólicas y cardiovasculares.

Duermen. Si piensas que ser líder equivale a no descansar, podrías estar equivocado. El sueño es la mejor forma que tienen los líderes y las personas en general para recuperarse del desgaste necesario: se ha demostrado que la falta de sueño contribuye a tomar malas decisiones, estar más irritable durante el día, eleva el riesgo de accidentes y de desarrollar alguna forma de adicción. Estos líderes dedican al menos 6 horas a dormir bien cada noche.

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Organizan el trabajo con maestría. Los buenos líderes no se encargan de realizar directamente el trabajo del equipo, sino que por el contrario, identifican y desarrollan al talento permitiendo a quienes trabajan con ellos, llevar a cabo las asignaciones con un mínimo de supervisión, mientras que sus contrapartes, se ahogan en el trabajo intentando hacer el trabajo de todo un equipo. Los buenos líderes delegan y confían en su gente, lo cual les permite tener tiempo para realizar otras actividades.

Cuentan con una playlist o selección musical. Algunos de los empresarios más exitosos cuentan con su propia playlist o selección musical, debido a que reconocen la importancia de la música en sus vidas. Ésta les permite concentrarse o relajarse, según se requiera, así como mejorar su estado de ánimo y ser más creativos.

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Reconocen la importancia del buen humor y lo procuran. El buen humor es una cualidad clave en el liderazgo, que ayuda a que las decisiones y las negociaciones se realicen más efectivamente. No quiere decir que los líderes pasen todo el tiempo riéndose o haciendo bromas, sino que saben cuándo es el momento oportuno y lo utilizan efectivamente. Los mejores líderes reconocen también la importancia de la sonrisa y se caracterizan por tener a menudo una sonrisa amable en su rostro.

Meditan. Como parte también de su ejercicio regular, los mejores líderes dedican tiempo a meditar, más allá de una moda, porque reconocen los beneficios de esta práctica para aclarar su mente y tomar mejores decisiones. Algunos de ellos, utilizan también recursos como el Bio y Neurofeedback para adquirir mayor conciencia y control sobre sus estados físicos y mentales.

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Pasan tiempo con su familia. Este es una de las formas que más a menudo los mejores líderes encuentran útil para recuperarse de las presiones del trabajo y los negocios. Aunque la vida en familia tiene también sus complejidades, estos líderes reconocen la importancia del balance y la procuran.

Se enfocan en las soluciones. Su progreso hacia la cima, entre otras habilidades, se debe en buena medida a su capacidad para ver más allá y no hundirse en los problemas, de ahí que ver por encima de ellos les permita salir a flote. Los mejores líderes visualizan el peor escenario, pero también el mejor, y se abocan a alcanzar éste último.

BONUS: Aunque procuran mantener cierta imagen ante los demás, evitan los estereotipos. Los mejores líderes evitan los estereotipos y encuentran formas divertidas de mantener el estrés bajo control, algunos de ellos, refuerzan su liderazgo haciendo cosas que sus contrapartes evitan por miedo al que dirán.