La alimentación juega un papel clave en nuestra salud y estado de ánimo. Proveer a nuestro organismo de los nutrientes adecuados nos permite funcionar de manera óptima en nuestro día a día. Particularmente nuestro cerebro, nuestro órgano más importante, requiere de nutrientes para trabajar correctamente.

 

En su libro Brain Building Nutrition el Dr. Michael Schmidt nos habla de la importancia de las grasas en la salud de nuestro cerebro.

El cerebro humano es aproximadamente un 60 por ciento grasa. Las grasas y aceites que ponemos en nuestras bocas moldean la arquitectura grasa de nuestro cerebro desde la infancia hasta la vejez

 

No obstante, hemos aprendido a odiar la grasa

Nos hemos convertido en una cultura que ha aprendido a odiar la grasa… (Pero) Un balance adecuado de grasas saludables puede ser una de las formas más poderosas de mantener el cerebro funcionando a su máxima eficiencia

 

Aunque benéficos para todos, los llamados ácidos grasos han demostrado sus beneficios en los siguientes casos:

 

Depresion bipolar

Una falta de ácidos grasos podría afectar el estado de ánimo y contribuir a estados depresivos debido a que para que el sistema del neurotransmisor conocido como serotonina funcione, es necesaria la presencia de ácidos grasos para que funcione en forma eficiente.

Problemas de aprendizaje y lectura en los niños

Cuando científicos estudiaron la habilidad de aprendizaje para evitar una situación estresante, el grupo al que se suministró Omega 3 fue 100 por ciento exitoso en tan solo tres intentos, mientras que el grupo que recibió una dieta baja en Omega 3 alcanzó solo un 30-40 por ciento de éxito después del veinteavo intento. Los resultados parecen indican que una deficiencia de los niveles de DHA resultan en una reducción de la capacidad de aprendizaje.

Coeficiente intelectual

Doctores en Gran Bretaña encontraron que los bebes alimentados del seno materno tenían IQs (coeficientes intelectuales) más altos, que aquellos alimentados con fórmula. La leche materna, se sabe, contiene ácidos grasos críticos para el cerebro en desarrollo.

Visión, tono muscular y habilidades sociales

Desde la retina ocular hasta los centros nerviosos que controlan el movimiento de los brazos requieren de ácidos grasos. Asimismo, los nervios que nos dan la habilidad de ver, escuchar, oler, tocar y saborear, es decir que controlan nuestros sentidos, requieren que el cerebro reciba este tipo de nutrientes. Estudios con primates demuestran que aquellas que consumen bajas cantidades de Omega 3 antes de la concepción y durante el embarazo tienen crías con pobre agudeza visual.

 

Como saber si mi ingesta de ácidos grasos es la adecuada

Según el Dr Schmidt, existen signos observables que podrían indicar insuficiencia de estos nutrientes como:

  • Piel seca
  • Piel de gallina en los brazos
  • Resequedad en codos, talones y yemas de los dedos
  • Ojos secos
  • Cabello seco, con frizz o difícil de manejar
  • Orinar frecuentemente
  • Piel escamosa
  • Agresividad u hostilidad
  • Alergias
  • Depresión
  • Problemas de atención
  • Fatiga
  • Problemas de aprendizaje
  • Problemas cardíacos
  • Hiperactividad
  • Irritabilidad
  • Inflamación de las articulaciones
  • Problemas de memoria
  • Dificultad para leer
  • Uñas suaves o quebradizas

 

Al respecto, el Dr. Schmidt cuenta la siguiente historia:

Andrea había estado librando una feroz batalla personal, con dos años de psicoterapia que no habían sido suficientes. Constantemente tenía explosiones de ira y rabia que a menudo descargaba contra su familia y amigos en momentos de tensión. Para Andrea, el vaivén de sus emociones y las consecuencias de sus acciones a veces hacían parecer su vida negra e incierta. Mientras sus esfuerzos caóticos continuaban, sufría también de desorientación y dificultades con la actividad motora fina. Adicionalmente, sufría de piel seca, en la parte posterior de sus brazos. Sus pies normalmente se encontraban doloridos, secos y agrietados; su piel era brillante en algunos lugares y gruesa y callosa con profundas y dolorosas fisuras que algunas veces sangraban. El doctor que la trató supuso que estos eran signos de insuficiencia de ácidos grasos, el cual podía afectar también su conducta. Al ordenar un test, sus sospechas fueron confirmadas: Andrea era deficiente en ácidos Omega 3. Después de dos semanas, sus pies eran normales y en un mes sus explosiones de furia habían terminado.

 Grasas trans vs grasas saludables

Es importante aclarar a qué tipo de grasas nos estamos refiriendo. Las llamadas grasas trans, podrían no solo ayudar sino perjudicar la salud de nuestro cerebro. Algunos alimentos que es preferible consumir mínimamente son:

  • Pasteles
  • Dulces
  • Nuggets
  • Galletas
  • Nachos
  • Donas
  • Alimentos fritos
  • Papas fritas
  • Margarina
  • Mayonesa
  • Repostería

Podríamos incluir también en esta lista:

  • Alimentos capeados
  • “Garnachas”

 

Lo que sí debemos procurar consumir

En sentido opuesto, algunos alimentos que deberíamos procurar y asegurar su ingesta a fin de proveer a nuestro cerebro son:

  1. Anchoas
  2. Atún
  3. Nueces
  4. Crema de cacahuate*
  5. Caviar**
  6. Semillas de chia
  7. Huevos
  8. Aceite de pescado y linaza
  9. Semillas de calabaza
  10. Pescado. Además del atún, salmón, sardina, trucha, arenque, largo, entre otros.

 

Podríamos incluir también en esta lista:

11. Aguacate

 

*Otras publicaciones señalan que el cacahuate podría ser alergeno por lo que conviene valorar su consumo

** Tradicionalmente considerado un producto de lujo, sin embargo valdría la pena también considerar sus beneficios

 

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