La resiliencia, esa capacidad que tenemos los seres humanos para afrontar las adversidades y de la cual se habla a todos los niveles, personal, familiar, organizacional y social, resulta ser de gran utilidad para explicar la manera en cómo las personas podemos lidiar con distintas situaciones en nuestra vida y no solamente volver al estado original, como se pensaba en el pasado, sino también salir fortalecido de dichas experiencias.
Para algunos una capacidad innata, que algunos poseen y otros no, es en realidad una capacidad que todos podemos desarrollar si contamos con los recursos y herramientas necesarias. A esta cualidad están asociadas otras, como la capacidad de aprendizaje ( hacer de las adversidades experiencias de crecimiento y aprendizaje), la capacidad para manejar el estrés (y las situaciones estresantes de la vida), la tolerancia a la frustración, la aceptación del cambio, entre otras.
Aunque en la actualidad se cree que nuestra genética puede influir en nuestra respuesta frente a las adversidades, y qué tan sensibles o vulnerables somos ante dichas situaciones, existe también evidencia respecto a la importancia que tiene el medio, la educación y las propias creencias y actitudes.
Quieres aumentar tu resiliencia personal? Aquí algunas recomendaciones:
- Reúnete con gente positiva con la cual puedas conversar no sólo de los problemas que enfrentan, sino también qué pueden hacer para solucionarlos.
- Pon a prueba tus pensamientos. Con frecuencia los mayores desastres ocurren en nuestra cabeza. Una forma de hacerlo es preguntándote “qué pasaría si…” por ejemplo “que pasaría si no logras esto o aquello”. Da a las cosas su justa medida, aprende a no sobre-dimensionar las cosas.
- Encuentra tu propósito. Las personas resilientes enfrentan de mejor manera las dificultades que se les presentan, ya que tienen un propósito que rebasa el tamaño de éstas.
- Fortalece tu autoestima. Muchas personas se sienten incapaces de afrontar sus problemas, debido a una serie de condicionamientos sociales e incluso personales a través de los cuales, han aprendido que no son capaces.
- Sé positivo y optimista. Cuando te encuentres en una situación difícil piensa qué de positivo traerá esta situación a tu vida. Confía también en que podrás resolverla.
- Enfócate en la solución, no en el problema. Darle vueltas y vueltas a tus problemas solo hará que estos crezcan. Pregúntate qué puedes hacer en cada caso y toma las acciones correspondientes.
- Ten paciencia y celebra tus logros por pequeños que sean. No te desesperes, mantén la calma y reconoce cada una de las acciones que lleves a cabo para afrontar tus adversidades.
Me agradó mucho este artículo. Gracias!
Gracias por compartirlo. Interesante artículo para practicarlo en el día a día.
Abrazos