Con frecuencia las personas piensan que el estrés es el motor que nos permite estar activos y responder ante las presiones cotidianas, lo cual resulta una verdad a medias, pues a medida que aumenta el estrés, el desempeño también puede experimentar una mejora; sin embargo cuando el estrés se prolonga en intensidad o en el tiempo, el rendimiento sufre una recaída debido a que no es posible para nuestro organismo permanecer en ese estado de alerta o sobre-activación. De ahí la importancia de aprender a manejar el estrés para que no sobrepase ese punto.
Manejar el estrés se convierte en una necesidad de primer orden si quieres alcanzar tu rendimiento máximo, a lo cual llamamos Peak Performance, lo mismo si eres un ejecutivo de negocios, estudias o eres un deportista de alto rendimiento.
Un atleta por ejemplo, en forma previa a una competencia,requiere prepararse mentalmente, pues dicha preparación resulta tan importante como su preparación física y técnica, pues no sólo basta contar con las aptitudes físicas: se requiere también de forjar una actitud, una mentalidad ganadora, así como el correcto uso de ciertas capacidades.
El manejo de la presión es parte importante de esta preparación; la presión a la que se ven sometidos los atletas proviene de muchas fuentes: la familia, los entrenadores, el público, los patrocinadores y acaso la más importante: la presión a la que ellos mismos se someten, el diálogo interno, puede ser un gran aliado o enemigo a la hora de la competencia.
Silenciar ese diálogo interno, ese que nos dice ante el primer punto perdido “Vas a perder”, “Tu adversario es mejor que tu”, etc. pues este auto-diálogo surge de manera espontánea y a una velocidad increíble, y es en la mayoría de los casos, un elemento clave para que el atleta pierda la concentración, equivoque su estrategia y falle en su juego.
En el caso de los ejecutivos, la presión puede provenir igualmente de las responsabilidades familiares, la empresa, los accionistas, etc. y con frecuencia, el diálogo interno puede llevar también a éstos a tomar decisiones en forma precipitada, equivocada, pues en contextos de presión las áreas involucradas en la toma de decisiones pueden verse comprometidas o por el contrario, a la incapacidad para tomar decisiones (parálisis) lo cual afecta su efectividad gerencial.
La concentración, o capacidad de foco, es otra de las capacidades más importantes tanto para un atleta de alto rendimiento como para un ejecutivo, pues basta perder de vista la bola (objetivo) por un segundo, para que su trayectoria se dirija al punto menos inesperado y con ello, anular su capacidad de responder efectivamente. En otras casos, la atención reducida (narrow focus) puede ser sumamente desgastante, por lo que la capacidad para alternar entre distintos tipos de atención, crea una ventaja competitiva en ambos escenarios.
Pensar positivo, o practicar visualizaciones puede ser de utilidad, ya que se ha demostrado que al repasar mentalmente una ejecución se activan las mismas zonas del cerebro que cuando se ejecuta una secuencia, pero el manejo adecuado de la fisiología, es sin duda el factor de éxito, es decir, crear los puentes de comunicación entre nuestra mente, nuestro cerebro y nuestro cuerpo.
Por medio del Biofeedback, es posible tanto para el deportista de alto rendimiento como para el ejecutivo de negocios, lograr un control óptimo de su fisiología, y con ello mejorar de su desempeño además de reducir los riesgos a la salud asociados a altos niveles de estrés. La llamada “arma secreta” ha sido utilizada con éxito por algunos deportistas famosos como:
– Abhinav Bindra, medalla de oro, tiro con rifle, Beijing 2008
– Alexandre Bilodeau, medalla de oro, esquí, Juegos Olímpicos de Invierno 2010
– Selección Italiana de fútbol, ganadora del Mundial, Italia 2006
– Novac Djokovic, ganador de 10 Grand Slams y número uno a nivel mundial, ATP
– Equipos de fútbol como el Ac Milán y el Chelsea
entre otros
Los beneficios de incorporar esta herramienta, a la cual se ha referido uno de estos atletas como “aprender de ti mismo” son:
– Aprender a relajarse antes y posterior a la competencia
– Enseñar a tu cerebro a estar enfocado y calmado al mismo tiempo. Algo que suena difícil pero posible a través del entrenamiento de ondas cerebrales (neurofeedback)
– Manejar distintos tipos de activación psicofisiológica
– Recuperación de lesiones. En este caso hablamos tanto de biofeedback de electromiografía (lesiones musculares) como del neurofeedback (lesiones cerebrales)
Recuerda:
Más allá del estrés, está la posibilidad de encontrar tu verdadero yo, y descubrir todas sus potencialidades! En Transforma tu estrés te ayudamos a lograrlo.